Esta isla pequeña en aspecto, pero grande en rincones y escenarios, resulta muy fácil de recorrer y continuamente logra sorprendernos. La posibilidad de improvisar numerosas rutas y excursiones resulta la mejor manera de adentrarse en su típica orografía mediterránea. De sus plantas, hijas de la tierra y el sol, se elabora el reconfortante Licor de Hierbas Ibicencas, un sabor del paisaje y excusa para muchas incursiones.
Ibiza
Todas las carreteras parten o llegan a. la capital, Ibiza, también llamada Vila. Su antiguo puerto es vitalista y nocturno. El histórico y espectacular entramado urbano monumental, declarado Patrimonio de la Humanidad, es Dalt Vila, una gran acrópolis con murallas renacentistas. Allí se encuentran el Museo Arqueológico, el Diocesano, el de Arte Contemporáneo, la iglesia de Santo Domingo del siglo XVI y la catedral con su campanario del siglo XIII. Desde la ronda de circunvalación de la ciudad se sale por la carretera PM-V-810-i para llegar a Santa Eulária des Riu. El paisaje se vuelve insular, verde y terroso, moteado por cientos de casas rurales, algunas antiguas, minúsculas y blancas, encaladas para rebotar el calor del sol. Santa Eulária, por contra, resulta turística y clásica. Destaca su iglesia fortificada del siglo )(VI el Museo Etnológico de las Pitiusas, el Museo Barrau y el Museo de Artes Tradicionales en Can Ros des Puig.
Santa Eularia
Desde Santa Eulária, un desvío hacia el interior insular por la C-733 nos acerca a hasta Sant Joan de Labritja y desde allí por la PM-811 llegamos a las calas de Sant Vicent y Xarraca, espléndidas con sus aguas limpias aptas para el sol y el baño. Cerca se encuentra la cueva-santuario Es Culleram, donde se han encontrado más de 600 pequeñas figuras que representaban a Tanit, diosa de la fertilidad de Cartago. Se trata
de una importante colección de arte púnico de los siglos II y III a.C. También es espectacular la costa de Portinatx, a la que se accede volviendo a Sant Joan de Labritja y tomando la C-733. De vuelta a Sant Joan se puede ir por una carretera bien indicada que sale de la C-733 a Sant Miquel de Balansant. Desde aquí se accede al Port de Sant Miquel, escenario marino donde se puede practicar el buceo y la navegación a vela. Ésta es la zona más alejada del bullicio, con rasgos del ritmo lento pero duro de la actividad payesa. Desde Sant Miguel se accede al centro de la isla por la PM-804. Nos encontramos con Santa Gertrudis de Fruitera, que sintetiza en sus calles la sociedad autóctona y turística en armonía.
San Antonio
Una vía secundaria que nos lleva a la C-731 para visitar Sant Antoni de Portmany, foco de atracción de turistas y jóvenes que por las noches se lanzan a las calles y a las barras libres. La puesta del sol con música es una invitación internacional a la felicidad. En los alrededores podemos visitar el Aruarium de Cap Blanch, la capilla-cueva de Santa Inés y las pinturas rupestres de Ses Fontanelies. Por la PM-8o3 rastreamos cientos de Ibizas posibles. Camino de Sant Josep de Sa Talaia podemos contemplar el mágico islote de Es Vedrá, cerca de Cala d’Hort, y áreas residenciales en medio del paisaje mediterráneo. Ya llegando a la capital, cerca del aeropuerto, encontramos el Parque Natural de Ses Salines, con sus inacabables Playas, otro paraíso para los bañistas.